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Ruptura entre Fiat Chrysler y Renault

JESÚS RODRIGUEZASESORAMIENTO PATRIMONIAL

09/06/2019

Fiat Chrysler (FCA) y Renault anunciaban el pasado 27 de mayo la intención de fusionarse registrando subidas en bolsa ese mismo día de +7,8% y +12%, respectivamente. Esto ponía de manifiesto que la transacción era aprobada por parte de los inversores y analistas, ya que aseguraba el futuro de ambos fabricantes de coches, en un momento en el cual la industria está sufriendo un cambio fundamental, lo cual pone sobre la mesa la necesidad de una mayor concentración en la industria automotriz, que parece que va a ser complicada de alcanzar.

A primera vista, la operación corporativa parecía igual de positiva para ambas partes debido a capacidad de complementación de ambas empresas en cuanto a los mercados geográficos en los cuales operan, así como, a los tipos de vehículos que fabrican y comercializan. Además, en pleno auge del coche eléctrico, ambas compañías tenían la posibilidad de compartir las inversiones necesarias para la investigación y desarrollo de automóviles eléctricos y autónomos. De dicha fusión, hubiese nacido el tercer mayor fabricante de automóviles a nivel mundial. Contando con que los socios de Renault se hubiesen mantenido como tal en la empresa resultante de la fusión, la producción hubiese alcanzado 15 millones de automóviles al año.

Sin embargo, a pesar de lo favorable que parece la transacción para ambas partes, tan solo 10 días después del anuncio se han frustrado las negociaciones, concretamente, Fiat Chrysler lo ha retirado a pesar del visto bueno de los inversores. Sin embargo, el gobierno francés, con una participación del 15% en Renault parecía dispuesto, así como Nissan, la principal alianza de Renault en la cual tiene una participación del 43%.

En el último momento, Nissan manifestó su preocupación con respecto a que la estructura resultante de la operación planteada, una asociación 50-50 entre los accionistas de Renault y Fiat Chrysler, ya que temían que esta no reconociera adecuadamente la participación de Renault en Nissan. Asimismo, la relación de FCA con Nissan no empezó con buen pie, ya que estos no informaron a los japoneses de la transacción que se traían entre manos y en la cual estaban implicados, apartemente el consejero delegado de la empresa nipona se enteró tan solo un día antes del anuncio. A pesar de lo anterior, Fiat Chrysler consideraba que Nissan podría haber aceptado el acuerdo finalmente.

Para FCA, el causante de la ruptura del acuerdo fue el gobierno francés, que tiene la costumbre de ser una contrapartida complicada cuando se trata de transacciones como esta en las que participan campeones nacionales. La ruptura del acuerdo no se hubiera producido, si el Gobierno francés lo hubiese apoyado y aceptado tener una participación del 7,5% en la firma fusionada. No obstante, los franceses querían el control, según fuentes cercanas a Fiat Chrysler, el gobierno cuestionaba y renegociaba constantemente cada uno de los aspectos del acuerdo. A raíz de lo anterior Fiat consideró que el gobierno iba a ser una interferencia en la futura relación, la acusación del gobierno a Nissan como el principal obstáculo del acuerdo fue el detonante de la ruptura.

Tras la ruptura, FCA ha conseguido sortear las caídas en la Bolsa de Milán cerrando el día del anuncio con un -0,6%, mientras que, Renault se ha desinflado con fuerza en la bolsa parisina con una caída de -6%.

La desilusión del grupo italoamericano con el gobierno francés ha sido considerable, por lo que, es improbable que se reviva el acuerdo. Debido a lo cual, parece que la consolidación de la industria del automóvil va a resultar más complicada que nunca.