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El negocio de los soñadores

VALERIE LEWIS,  SOPORTE DE NEGOCIO
17/01/2021

A medida que pasan los años, somos testigos de una tendencia en auge que ha resurgido para quedarse: el emprendimiento. De improviso, aparecen ideas novedosas, que cuentan con unas estructuras y modelos de negocio que disrumpen de la configuración habitual, para dar paso a millones de soñadores que aspiran a tener sus propios negocios. Se han denominado ‘start-ups’ y a pesar de que pueden llegar a constituir una pequeña fracción de la población de todas las empresas, el impacto en la productividad y en la creación de empleo en un país, nos puede llegar a asombrar, contribuyendo de forma exponencial en el desarrollo económico de éste.

Estos soñadores, con su iniciativa activan distintos procesos que contribuyen al desarrollo de un Estado: primero, al impulsar la innovación y animar a nuevos competidores a que entren en el mercado para demostrar que lo habitual o lo “que se ha hecho toda la vida” no tiene por qué ser necesariamente la forma correcta de abordar una necesidad, y segundo, al crear nuevos puestos de trabajo, contribuyendo de esta forma positivamente al bienestar social. Asimismo, no podemos olvidar que interactúan con otras empresas de la zona o país, originando en muchas ocasiones todo un ecosistema dentro de un sector económico.

Se podría discernir entre dos tipos de emprendimiento, el que provienen de personas que son tentadas porque ven un nicho de mercado que no ha sido explotado, y por tanto identifican una oportunidad para cubrir una necesiad, y por tanto un potencial de negocio, y por otra parte, el que desarrollan aquellas otras personas, que son desempleadas de larga duración o no tienen otra forma de ganarse la vida, y que se ven obligadas a desarrollar sus ideas para lograr un beneficio económico. Ambas actitudes emprendedoras, se ven influenciadas por esa motivación para lograr obtener beneficios económicos que perduren a lo largo del tiempo, y que no se extingan al cabo de unos meses. Elegir adecuadamente el lugar desde donde emprender, se convierte en una decisión estratégica peculiaridades demográficas, institucionales y fiscales que busquen apoyar al emprendedor en su camino.

El archipiélago canario ha contado con un tratamiento singular en estos aspectos, no sólo por contar con un clima excepcional durante todo el año, una buena calidad de vida, una ubicación estratégica y muchos otros aspectos de provecho, sino que también cuenta con beneficios económicos y fiscales, que animan a esos nuevos empresarios a solicitar créditos para la consecución de su proyecto y, por tanto, la creación de su negocio. Todas las medidas mencionadas anteriormente, hacen que cada día sean más los soñadores que opten por desarrollar sus proyectos en las islas.

Canarias cuenta, además, con diferentes iniciativas de instituciones públicas y privadas, que han abierto en sus líneas de negocios programas de ayuda para brindarle a los que se han decidido financiamiento para sus proyectos. En el 2018 se aprobó la creación del Fondo Canarias Financia 1 de Sodecan como medio para dotar de recursos a los diferentes instrumentos financieros previstos en el programa FEDER de Canarias 2014-2020. Dicho programa cuenta con distintos instrumentos de financiación algunos de los cuáles ya están disponibles y otros se pondrán a disposición antes de 2023: (i) préstamo participativo para la creación y desarrollo de pymes innovadoras, (ii) una línea de innovación empresarial y (iii) una línea de ahorro y eficiencia energética y energías renovables, todas y cada una de ellas, enfocadas a las pequeñas y medianas empresas. Las dos primeras cuentan con un importe agregado de 2,6 MM. €, mientras la tercera cuenta con 4,8 MM. €.

Según las cifras del South Summit y la IE University, del mapa de emprendimiento en el 2020 se desprende al analizar las fuentes de financiación global de las start-ups en nuestro país, que casi la mitad de los fondos provienen de recursos propios y el resto se distribuyen entre fondos privados, fondos públicos, familares y amigos. Además indica que un 63% de los emprendedores es recurrente, es decir, que ya ha fundado un start-ups y ha tenido éxito en una segunda. Ésta es la cifra más alta en los últimos 6 años. Asimismo, las cifras de empleo generado por éstas se ha casi duplicado, con una media de 2 a 10 empleados en cada una de ellas.

Realizando una correcta prospección de mercado, tomando las decisiones correctas, contando con un buen equipo profesional -como el que se puede encontrar en las Islas- y creyendo en uno mismo, se reúnen los ingredientes naturales para emprender. Valentía primeramente y luego hace falta perseverancia y mentailidad positiva. Se podría afirmar que emprendimiento no es un medio, sino un estilo de vida. Animamos a los jóvenes y a los no tan jóvenes a que se lancen a emprender, pues jamás habían existido tantos recursos financieros alternativos a disposición de tal noble iniciativa.