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Chiringuitos financieros e intrusismo

MUNESH MELWANI Socio-Director General de CROSS CAPITAL EAFI

 

16-07-2017

 

En un país como en España, donde la picaresca y la corrupción, desafortunadamente, forman parte del noticiario diario desde hace años, el sector financiero no podía estar exento de este tipo de actividad delictiva. El término “chiringuito financiero” define de manera informal a aquellas empresas que ofrecen y prestan servicios de inversión sin estar autorizadas para hacerlo, por lo que se trata en última instancia de una “estafa”.

 

Las empresas autorizadas para prestar servicios de inversión son las siguientes: sociedades y agencias de valores, EAFIs, sociedades gestoras de cartera, sociedades gestoras de instituciones de inversión colectiva y entidades bancarias, todas ellas sometidas a normas que regulan los mercados de valores y a estrictos controles por parte de los organismos supervisores (CNMV y Banco de España). Todo lo demás…son “chiringuitos”, esto es, si no están registrados en los organismos mencionados  y no están adheridos, según el caso, al Fondo de Garantía de Inversiones (FOGAIN) o al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

 

En lo que se refiere a cómo identificarlos, hay señales que les ponen en evidencia, tales como anunciar ganancias exageradas, promesas de enriquecimiento rápido, financiación barata e inmediata, etc. En cuanto a las técnicas de contacto, normalmente es vía web, teléfono, e-mail, cartas, etc. Incluso llegan a enviar publicaciones económicas gratuitas de forma periódica o encuestas. Cuidan mucho la estética, las frases, incluso el papel, esto es, hay inversión relevante en marketing, tanto en los formatos físicos como electrónicos. Como saben, la normativa vigente establece que las comunicaciones comerciales deben identificarse como tales y prohíbe su envío por correo electrónico, salvo que hubieran sido previamente solicitadas o expresamente autorizadas por el destinatario. Aun así, hay que ser cuidadoso y tomar todas las precauciones asociadas al uso de Internet. Las técnicas de persuasión utilizadas una vez establecido el contacto, descansan sobre predicciones acertadas, explicaciones incomprensibles, la utilización de tecnicismos, el ofrecimiento de pocos riesgos y elevados retornos, la insistencia en la toma rápida de decisiones y la apariencia de respetabilidad y éxito.

 

Por otra parte, es habitual que las personas tomen sus decisiones de inversión, basándose en recomendaciones de conocidos o familiares en quienes confían. Conociendo esto, los “chiringuitos” abonan elevadas primas a los primeros clientes, para que luego éstos actúen de prescriptores…alimentando la estafa piramidal. Deben tener en consideración que las recomendaciones personalizadas de inversión deben ser realizadas siempre por un profesional o entidad autorizada para ello, esto es, un médico debe tener la licencia para ejercer su profesión y el paciente ha de esta habilitado para comprobar su veracidad, vigencia y especialización.

 

Para evitar todo este tipo de situaciones desagradables a futuro, los particulares pueden contactar con la Oficina de Atención al Inversor de la CNMV (902 149 200), así como visitar los registros públicos a través de su página web (www.cnmv.es) para verificar si la entidad en cuestión está autorizada, así como consultar sus guías de protección al inversor y advertencias al público.

 

Por si esto fuera poco, nos encontramos con el intrusismo, esto es, cuando un profesional de otro sector o especialización, se dedica a “ejercer de asesor financiero” por la confianza que tiene con el cliente o en el afán de facturarle otros servicios añadidos, excediéndose claramente de sus facultades y conocimientos, poniendo en riesgo su patrimonio financiero. Se han dado casos con asesores fiscales, contables, legales y exempleados de banca comercial y aseguradoras. En nuestra opinión, la sofisticación del mercado financiero es de tal magnitud y profundidad en términos de productos de inversión y proveedores, que la población debería realizar una seria reflexión sobre a quién acudir para asesorarse en materia de inversión.