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Vuelven los unicornios

AARÓN RODRÍGUEZ Asesoramiento y Gestión Patrimonial en Cross Capital

 

25-03-2018

Dropbox es el último de los llamados “unicornios” en salir a cotizar en los mercados financieros. Cerca de los 36 millones de títulos de la compañía con sede en San Francisco, se vendieron el jueves a 21 dólares cada una, precio superior al rango previsto inicialmente por la banca de inversión, de 18-20 dólares por acción. Fundada en 2007 por dos estudiantes de informática del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Drew Houston y Arash Ferdowsi, Dropbox vende suscripciones que permiten a los usuarios colaborar y compartir archivos en línea.

Hasta ahora, Dropbox ha sido financiada por inversores privados, incluidas las firmas de capital de riesgo Sequoia Capital y Accel Partners, quienes valoraron la start-up en 9.400 millones de dólares. Esa elevada valoración le valió a Dropbox la codiciada designación de “unicornio”, que se aplica a aquellas nuevas empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares.

Dropbox no sería el primer unicornio del año, ese título se lo lleva Zscaler, una firma de ciberseguridad valorada en 1.880 millones que salió a cotizar justo en el momento que se destapaba el escándalo de privacidad de Facebook. No obstante, la cifra de su OPV –oferta pública de venta- queda lejos de la protagonizada por First Data Corp en 2015, con una valoración inicial de 14.000 millones de dólares en 2015, la mayor salida a bolsa en los últimos años.

Finalmente, el precio de salida de 21 dólares la acción asigna a Dropbox una valoración de 9.200 millones de dólares. El debut se produce en un momento de agitación del mercado, justo después de que la administración de Trump anunciara la imposición de aranceles por valor de 60.000 millones a más de 1.300 productos chinos, abriendo la puerta a lo que parece ser el inicio de una guerra comercial entre ambos países.

Al igual que Dropbox, la plataforma de música en streaming Spotify ultima su debut bursátil, por lo que una buena acogida en el mercado de la primera allanaría el camino al resto de unicornios, permitiendo así que sus primeros inversores y fundadores obtengan grandes beneficios por la inversión, algo que actualmente solo existe sobre el papel. Dropbox nunca ha obtenido beneficios, pero la compañía viene mostrando un crecimiento en ventas superior al 30% en los últimos años, donde los ingresos superan los mil millones anuales. Asimismo, las pérdidas se han reducido hasta los 112 millones frente a los 326 millones que perdía en 2015.

La situación de Spotify es similar: ingresos superiores a 4.000 millones de euros pero que arrastra unas pérdidas de 1.200 millones. No obstante, su liderazgo en el sector frente a otros competidores como Apple Music o Amazon Music, lo convierte en uno de sus puntos fuertes a la hora de atraer inversores. La salida a bolsa de la empresa sueca se espera para la primera semana de abril, donde comenzará a cotizar directamente en el mercado y no habrá bancos colocadores, dejando que la ley de la oferta y la demanda fijen su precio inicial. Se prevé que su valoración inicial esté en el rango de 16.000 – 23.000 millones de dólares; de salir a cotizar en el rango superior, estaríamos ante la segunda mayor OPV de la historia, sólo superada por Alibaba (25.000 millones).

El clima que se ha generado en torno a las tecnológicas por el caso Facebook hace difícil valorar la acogida que tendrán este tipo de compañías. Juega a su favor el hecho de la elevada liquidez existente en el mercado, que podría buscar nuevas alternativas de inversión.