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Tipologías de gestión

FRANCISCO GONZÁLEZ Asesoramiento y Gestión Patrimonial en Cross Capital

 

23-07-2017

Dentro del mundo de la gestión de activos financieros conviven básicamente dos modalidades de gestión: la gestión activa y la pasiva.

La gestión activa trata de optimizar el binomio rentabilidad-riesgo invirtiendo en base a la perspectiva del gestor sobre el potencial de una cartera de activos financieros vs el mercado, habitualmente representado por un índice de referencia o benchmark. En el argot profesional, la gestión activa se suele identificar con elevados tracking error, estadístico que mide cuanto se aleja la rentabilidad de un activo financiero de su benchmark. Un fondo de inversión con un tracking error alto suele atribuirse a una gestión activa en el mercado. Asimismo, la beta no necesariamente es elevada, esto es, el grado de sensibilidad de la cartera a los movimientos del benchmark, puesto que el gestor pretende batirlo.

La gestión pasiva o indiciada trata básicamente de replicar un índice de referencia. En este sentido, cabe señalar que los índices de mercado no son activos que se comercializan. Es decir, un inversor no puede acudir al mercado y comprar un número determinado de IBEX35. Para lograr una posición que replique a este índice, el inversor debería adquirir los 35 valores que lo componen, ajustando los importes al peso que tiene cada uno en la composición del IBEX35. Adicionalmente, el inversor debería ajustar diariamente los pesos de estos 35 valores, ya que la composición del IBEX 35 -se establece en función a la capitalización de sus componentes (Véase artículo “El IBEX35 no está solo”). Y si para una cartera de 35 activos la complejidad parece sustancial, si la intención del inversor es la de replicar un índice de renta variable global como el MSCI World Index, esta tarea se antoja imposible. Fruto de esta necesidad, surgen los principales exponentes de la gestión pasiva, los Exchange Traded Funds (ETFs), que como su propio nombre indica, son fondos cotizados en bolsa, compuestos por los activos que componen los índices de referencia. Cabe destacar que también se puede invertir en índices vía futuros, tanto en mercados organizados como en OTC, pero la oferta es mucho más limitada.

Un ETF tiene liquidez intradiaria al igual que las acciones ordinarias del mercado continuo y puede ser contratado con una cuenta de valores. Asimismo, su régimen fiscal es idéntico al de las acciones. En la medida en que exista un mayor número de índices a los que seguir, mayores serán las posibilidades de la gestión pasiva. Como es lógico pensar, los productos de gestión pasiva no presentan tracking record y sus betas con el mercado son siempre unitarias, ya que su objetivo es el de replicar al índice de referencia.

En la última década, la gestión pasiva ha crecido sustancialmente de la mano de la industria de los ETF y otros productos de inversión similares, estando aproximadamente un tercio del total de activos de inversión en EEUU invertidos vía fondos de gestión pasiva. Y la tendencia a incrementar este saldo continúa, fundamentándose principalmente en el menor coste de los productos de inversión pasiva frente a los propios de la gestión activa, además de la inconsistencia en el tiempo de la mayoría de fondos de gestión activa en batir a su índice de referencia.  -De hecho, un estudio realizado por las firmas S&P y Dow Jones mostró que en torno al 90% de los gestores de gestión activa no logran batir a sus índices de referencia en periodos de uno, cinco y diez años. Por ello, no es de extrañar que en la primera mitad de este 2017, se hayan trasvasado cerca de 500.000 millones de USD de fondos de gestión activa a los propios de gestión pasiva.

No obstante, la gestión pasiva entraña una serie de problemas que, en primera instancia no se manifiestan, pero que a largo plazo pueden originar sustanciales distorsiones en el mercado. Estos problemas surgen de la incapacidad de la gestión pasiva en discernir entre buenas y malas compañías, además, claro está, de la limitación que supone estar invertido en índices en coyunturas de mercados bajistas, cuestiones que serán ampliadas en próximos artículos.