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La infección en los mercados

MUNESH MELWANI,  SOCIO-DIRECTOR GENERAL

15-03-2020

No queda duda alguna sobre que el coronavirus Covid-19 es una pandemia con efectos devastadores a escala global . Tampoco de que nos hará profundizar en la ralentización económica con la que empezábamos 2020 y que durará meses o algo más. Su duración vendrá en función de cómo de pronto se logre contener el contagio en determinados países, como España, y cuándo se pueda reactivar la actividad económica a nivel internacional. 

“Las caídas bursátiles han batido récords históricos dada su magnitud y rapidez”

Como sabrán, las caídas bursátiles han batido records históricos dada su magnitud y rapidez. La corrección acontecida en las últimas tres semanas ha sido propiciada por la conducta humana al reaccionar con pánico ante la incertidumbre, esto es, acerca del impacto potencial que va a traer consigo la propagación del coronavirus sobre la economía mundial y por tanto sobre los resultados de las empresas y es que, en anteriores episodios de naturaleza vírica, no se habían adoptado medidas tan drásticas a escala global. 

Muchos gestores de fondos tienen limitada la pérdida máxima asumible, a partir de la cuál están obligados a vender; asimismo, la escalada de reembolsos de posiciones por parte de los inversores, alimenta la espiral de ventas, y los gestores venden más de lo que les gustaría, para generar liquidez y poder atender así las salidas de dinero actuales y futuras. 

 “Las caídas de estas semanas tienen una probabilidad estadística de ocurrencia de aproximadamente el 0,1% desde 1896”

Llevo 23 años en esto y uno piensa que lo ha visto casi todo, pero los mercados siempre sorprenden. Las caídas de estas semanas tienen una probabilidad estadística de ocurrencia de aproximadamente el 0,1% desde 1896. La velocidad de las ventas y el repunte de la volatilidad medida por el índice VIX ha batido récords. Mientras, la rentabilidad del bono Treasury americano se situaba de nuevo en mínimos históricos haciendo de refugio. 

Lo que estamos viviendo es un episodio de estrés que pasará a la historia de la economía, equiparable en términos de magnitud, a la Crisis Asiática (1997), la quiebra del hedge fund LTCM (1998), los atentados de las Torres Gemelas (2001), los escándalos contables (2002), la Gran Crisis Financiera (2008), el Flash Crash (2010), la Crisis de la Eurozona (2011), la devaluación del Yuan chino (2015), el Brexit (2016) o al evento VIX-Correlación (2018). 

 “Lo que realmente importa es si la caída de los precios de las acciones es proporcional al empeoramiento de los fundamentales de las empresas”

Desde el punto de vista inversor, está claro que el coronavirus como factor de incertidumbre supone un problema enorme, de ahí la severidad de la corrección. Pero lo que realmente importa es si la caída de los precios de las acciones es proporcional al empeoramiento de los fundamentales de las empresas. Pero no solo se trata de las acciones. Cuando los mercados descuentan una elevada probabilidad de recesión económica, como es el caso, ello trae consigo un repunte de las expectativas de impago por parte de las empresas, deteriorándose por tanto su perfil crediticio, ampliándose los diferenciales de crédito, promoviendo los recortes de rating y empeorando finalmente la liquidez de los bonos corporativos. Esto está pasando con determinados segmentos de esta clase de activos financieros, en muchos casos de forma exagerada, pero en otros de forma natural, por ejemplo, en el sector energético, dado el abrupto retroceso en el precio del crudo.

En estos momentos de nervios y de inquietud ante la futura evolución de los acontecimientos y por tanto, acerca de la posible trayectoria de las cotizaciones, es cuando hay que mantener la calma y ser fiel a la disciplina o metodología de inversión, dado que de lo contrario, se tomarán malas decisiones. La pregunta que hay que hacerse no es si los mercados seguirán cayendo en los próximos días, semanas o meses…dado que no existe respuesta posible, sino que el inversor inteligente debe basarse siempre en la relación entre precio y valoración, esto es, preguntarse si hay compañías excesivamente castigadas, cuyo precio actual las hace baratas vs su valoración fundamental o intrínseca. 

Somos de la opinión de que hay buenas oportunidades en el mercado en los niveles actuales a escala global y por tanto, se puede ir entrando de forma selectiva y con visión de largo plazo, si bien, esto no quita para que a corto plazo sigan cayendo las bolsas, por lo que no se trata de aplicar toda la liquidez, pues conviene tener reservas ante futuros eventos negativos, dado que en muchos sitios, desafortunadamente, esto acaba de comenzar y no sabemos cuanto tiempo va a llevar su efectiva contención. 

Cuídense mucho y tomen precauciones.