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Challenger Banks: desafío a la banca tradicional

LAVINA MEHTANI Soporte y Desarrollo de Negocio en Cross Capital

 

10-02-2017

En la última década, la banca tradicional se ha tenido que ir adaptando a las nuevas necesidades que se le presentan, tanto por presión regulatoria, como por el nuevo tipo de cliente derivado de la revolución digital y la utilización de los smartphones. Esta evolución no ha sido igual en todos los países. En el  Reino Unido, en el año 2010, en plena crisis de imagen y reputación de los bancos, aparecen una serie de entidades bancarias, -muchas de las cuáles son básicamente tecnológicas- y que centran el foco en el trato personalizado al cliente y en la transparencia. A este nuevo grupo de bancos se les ha venido a denominar “Challengers Banks”, que como su nombre indica suponen actualmente un desafío real a la banca tradicional.

Uno de los primeros y más notorios Challengers Banks que se estableció en 2010 fue “Metro Bank”. Fue el primer banco minorista, tras 150 años, en recibir una nueva licencia en el Reino Unido. Desde sus inicios, su éxito se ha basado en una excelente experiencia del cliente. Esto se traduce en oficinas bancarias con un amplio horario de apertura para atender a los clientes, incluido los fines de semana y festivos, decoración de las oficinas inspirada en lobbys de hoteles lujo, uso de las nuevas tecnologías en la aplicación de actividades bancarias y en la reducción y simplificación de procesos burocráticos, acortando el tiempo necesario para realizar transacciones, siendo uno de sus primeros lemas durante sus inicios: la apertura de cuentas en menos de 15 minutos.

El Banco de Inglaterra, en 2014 decide rebajar los requisitos de liquidez necesarios para solicitar una licencia de banca, a efectos de promover la competencia y evitar la concentración del tejido bancario, lo que se tradujo en la tramitación de nuevas solicitudes de licencias bancarias, apareciendo la nueva generación de bancos cien por cien digitales. Estos bancos digitales se enfocan en nuevo nicho de mercado, los Millennials, como los grandes clientes del futuro, así como los empresarios autónomos. Una de las grandes novedades que nos presentan, es que no cuentan con oficinas físicas, ofrecen sus productos por nuevos canales, operando de forma virtual exclusivamente a través de los teléfonos móviles, lo que supone la utilización “colaborativa” de varias empresas financieras para poder ser operativas y el empleo de nuevos canales de promoción.

Los Challenger Banks otorgan a los clientes una serie de notables ventajas respecto a la banca tradicional, de momento no tienen problemas de reputación y son regulados por la misma normativa que la banca tradicional, por lo que prorpocionan las mismas garantías. Los servicios que ofrecen son más económicos ya que sus costes productivos son menores, su modelo de negocio resulta más simple para los clientes y parte de las ganancias se reinvierten en mejorar la “experiencia del cliente”. Se basan en la transparencia y  por medio del uso del Big Data, intentan ofrecer servicios predictivos de forma personalizada, haciéndolos mucho más atractivos, ágiles e inmediatos para el consumidor.

El éxito de los últimos años de Challenger Banks en el Reino Unido se ve reflejado en el crecimiento de sus beneficios, 194 millones de Libras en 2015, mientras que la banca tradicional ha visto disminuir sus beneficios en 5.600 millones. Los Challenger Banks, a pesar de comenzar como pequeños bancos, supusieron una competencia real a los Big Four, los grandes 4 grupos bancarios, hoy Big Five (HSBC, Lloyds, Barclays, RBS al que se les ha sumado Santander). Los Big Five, que acaparaban el 85% de las cuentas corrientes de todo Reino Unido, se ven compitiendo seriamente con los Challenger Banks, ya que actualmente el 23% de las cuentas bancarias de aquel país están ligadas o tienen algún tipo de servicio contratado con estas nuevas entidades.

Por citar algunos, actualmente los Challenger banks de más renombre a nivel mundial son entre otros: Atom Bank (UK), Moven (UK), Starling Bank ( UK), We Bank (China), MYBank (de la empresa AliBaba, China), Simple (EEUU, fue comprado por BBVA en 2014) y N26 (Alemania).