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Alternativas de Inversión Turística

JOHANNA PRIETO,  FINANZAS CORPORATIVAS

27/01/2019

El récord de asistencia y la gran repercusión mediática internacional de la mayor feria de turismo de España y una de las mayores del mundo celebrada estos días en Madrid, los últimos datos de crecimiento de la rentabilidad del sector hotelero en el 2018 publicados por el INE, y el apetito inversor, tanto nacional como internacional, por el sector hotelero según se detalla en los últimos estudios presentados por consultora Colliers International, nos obliga a realizar un análisis más detallado de las oportunidades de inversión en este sector, no sólo desde el punto de vista de su rentabilidad financiera, sino como motor de empleo y contribución a la riqueza de la región, máxime en el caso de Canarias.

A pesar de la ralentización en las tasas de crecimiento de turistas de este último ejercicio, España alcanzó un nuevo récord en lo que a número de turistas se refiere en el 2018. Es evidente que el escenario no es el mismo que hace unos años con la recuperación de destinos competidores como Turquía, Egipto y Túnez, la incertidumbre actual sobre el impacto del Brexit, la revisión de las estimaciones de crecimiento de la economía mundial y la incertidumbre política por la vía de los Presupuestos en las ayudas, inversiones y actuaciones en el sector, en España. Aun así, el sector sigue teniendo potencial de revalorización, ofreciendo atractivas oportunidades de inversión en el medio/largo plazo.

Varias son las alternativas de inversión más conocidas en el sector, que van desde la inversión directa en el capital de sociedades y grupos hoteleros, hasta la participación en Fondos de Inversión y/o SOCIMIS hoteleras. Sin embargo, no debemos olvidar otro tipo de inversiones más mundanas y más cercanas, aprovechando la cercanía y territorialidad de la región.

Son muchos los hoteleros que, ante la restrictiva financiación bancaria, están recurriendo a fuentes de financiación alternativas, que van desde dar entrada en el capital a socios financieros o industriales estratégicos, hasta la financiación privada pignorando alguno de los activos de la sociedad como garantía de la operación (facturas con Tour operadores, inmuebles, etc). Si bien podría pensarse inicialmente que este tipo de actuaciones tienen condiciones leoninas para la empresa financiada, la realidad es que no es así. Son muchos los inversores que apuestan por el sector y potencialidad del mismo, financiando el reposicionamiento y la rehabilitación de determinados proyectos hoteleros privados en condiciones de mercado con el objeto de diversificar sus alternativas de inversión, en un contexto donde la rentabilidad de las inversiones financieras ha estado limitada. Nos encontramos así desde proveedores tecnológicos que financian directamente a sus clientes determinadas inversiones de ahorro energético, optimización de procesos de comercialización y contratación (centrales de reservas, programas informáticos, etc), garantizando el recobro de la inversión con el ahorro que se genera en el cliente. Aparecen igualmente grandes grupos empresariales que, ajenos al sector hotelero, inician su andadura en el sector, financiando de manera privada determinados proyectos de rehabilitación hotelera vía préstamos directos o préstamos con una rentabilidad variable en base a los resultados del proyecto.

La realidad es que el apetito de compra directa de explotaciones hoteleras en Canarias es cada vez mayor, y las ofertas de venta cada vez son más escasas, recurriendo cada vez más así los inversores a contemplar alternativas de inversión más novedosas. La correcta instrumentalización de las mismas buscando una óptima combinación entre rentabilidad y – riesgo a asumir, sitúan a este tipo de inversiones a la altura de cualquier otro instrumento de inversión tradicional en el mercado.