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Adiós a los tipos negativos

JOHANNA PRIETO, FINANZAS CORPORATIVAS

8/10/2018

En estas últimas sesiones han sido varios los países donde la rentabilidad de su deuda, ha tocado el nivel máximo de los últimos meses, retornando en muchos de los casos a los niveles de hace varios años. Niveles por encima del 3,20% al plazo a 10 años en el caso de bono americano, máximos del 0,55% del bund alemán y superiores al 1,5% de rentabilidad del bono español se han alcanzado en estas últimas sesiones.

La escalada en los niveles de la rentabilidad soberana de estas últimas sesiones ha sido global, aunque el detonante ha sido diferente en cada país. Así, en el caso de EE.UU., tras la publicación de los buenos datos de la encuesta de creación de empleo y otros datos macroeconómicos, se generó una venta masiva de bonos que se tradujo en unos de los mayores incrementos diarios de rentabilidad de los últimos años, alcanzado la rentabilidad máximos del 2011. Un más que probable crecimiento del PIB americano en el tercer trimestre por encima del 3,0% esperado por el consenso de analistas, disipa cualquier freno a las subidas de tipos, en la línea de los últimos comunicados del presidente de la Fed, donde ha dejado siempre claro que tan sólo un escenario restrictivo para el crecimiento frenaría la escalada de tipos manejadas. Esta corriente vendedora de bonos de la sesión, generó un nerviosísimo entre los inversores que llevaron a Wall Street a registrar caídas cercanas entre el 1%-2%, contagiando en menor medida al resto de bolsas europeas. En el caso europeo, si bien el efecto contagio en la renta variable fue más limitado, el impacto en la deuda soberana fue destacable, situando al bono alemán y español en máximos de los últimos meses, en nuestro caso, también influenciado por el repunte de la prima de riesgo del bono italiano, debido al desencuentro entre el gobierno de aquel país y la UE en relación con el objetivo del déficit público

Tras este repunte en los activos soberanos sin riesgo, en un escenario donde si bien le vemos recorrido adicional no primamos aún la renta fija en detrimento de la variable, resulta inevitable hacer una reflexión de cómo influirá esto al coste de financiación de las empresas.

Atendiendo a la evolución de la rentabilidad de los índices europeos de deuda corporativa que se han incrementado en lo que va de año más de un 40%, y el comportamiento en el mercado secundario de diversas empresas y bancos españoles donde la rentabilidad exigida por los inversores ha llegado a incrementarse hasta un 75%-80%, en el caso de la deuda senior de bancos como BBVA y Santander, y entre un 30%-50% en los bonos de compañías tan consolidadas y líquidas como Telefónica e Iberdrola, estimamos que irán desapareciendo los mínimos históricos alcanzados “artificialmente” por la intervención en el mercado del BCE, abandonando así la financiación a tipos de interés reales negativos si asumimos la inflación.

Es por ello que en un escenario de tipos de interés en mínimos históricos y con primas de riesgo que aún no se han visto tensionadas, recomendamos siempre en función de las necesidades, calendario y tasa de retorno de los proyectos, cerrar la financiación requerida aprovechando los actuales niveles en términos de costes de la financiación corporativa.