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Surgen dudas en el mercado de bonos

JORGE BAUER, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL

25/05/2025

Tradicionalmente, la percepción del inversor ha sido que el mercado de bonos (renta fija) se ha caracterizado por ser un espacio tranquilo, esto es debido a que las decisiones que se toman en este suelen centrarse más en la rentabilidad a largo plazo y en la calidad crediticia del emisor, siendo así esta clase de activo menos propensa a las fluctuaciones y cambios repentinos propias de la actividad bursátil. Sin embargo, hay momentos en los que esta estabilidad característica se ve interrumpida y el mercado de bonos empiezan a volverse más volátil e inestable. 

Uno de estos momentos ha ocurrido a lo largo de la última semana en una subasta de bonos del gobierno estadounidense. La subasta contemplaba unos 16.000 millones de dólares en bonos a 20 años vendidos a inversores, algo que suele ser bastante usual y suele realizarse sin problemas. Sin embargo, la demanda fue menor de lo habitual, haciendo que el precio de los bonos bajase y la rentabilidad del bono subiera varios puntos básicos por encima del esperado, siendo esto una mala señal. Así mismo, este movimiento provocó un repunte de rentabilidades en el resto de los bonos, con el bono a 30 años alcanzando su nivel más alto desde 2007 y una caída en el conjunto del mercado. ¿Por qué ha ocurrido esta falta de demanda? ¿Qué significa estos movimientos para el resto de los inversores?

Por un lado, la falta de demanda inversora viene provocado principalmente por dos factores:

En primer lugar, el foco está en el elevado nivel de endeudamiento de la economía estadounidense y al crecimiento en el déficit público, lo cual aumenta las dudas sobre la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas del país. A esto se suma el reciente paquete de exenciones fiscales impulsado por el expresidente Donald Trump, aprobado en la Cámara de Representantes que, si bien está diseñado para estimular la economía, podría incrementar el déficit en miles de millones de dólares, según algunas estimaciones. Además, durante la semana se produjo una rebaja de calificación crediticia por parte de Moody’s (de Aaa a Aa1), lo que agravó la percepción del riesgo entre los inversores.

En segundo lugar, las políticas proteccionistas del país, aunque parcialmente suavizadas con acuerdos como el alcanzado con China, mantienen activos los temores sobre el impacto inflacionario ya que la pausa arancelaria sigue activa y los aranceles actuales se sitúan bastante por encima a los previos. En este sentido, las expectativas de inflación influyen directamente en las exigencias de los inversores, quienes buscan rendimientos que superen la tasa de inflación proyectada. Por ejemplo, si se prevé una inflación anual del 2-3%, los inversionistas demandarán rendimientos por encima de esos niveles, pero si las expectativas apuntan a niveles más bajos, no serán tan exigentes.

Por otro lado, los movimientos en el mercado de bonos no solo afectan a los rendimientos de estos instrumentos, sino que también tienen un impacto directo en otros mercados financieros, puesto que, al ser considerados como base de un activo libre de riesgo, sirven de referencia para la valoración de otros activos. De manera general, un aumento en sus rendimientos implica mayores costos de financiación para empresas y gobiernos, lo que incrementa la rentabilidad exigida en otros instrumentos financieros, como la deuda corporativa. Esto puede traducirse en una presión bajista sobre los mercados de acciones y bienes raíces u otros, tal como vimos con las bajadas experimentadas, al descontarse los flujos de sus rendimientos futuros a mayores tasas.

Pese a todo ello, creemos que el mercado de bonos no presenta riesgos considerables del que debamos preocuparnos de manera alarmante, más bien, debemos seguirlos de manera cercana y ver cómo va evolucionando. A pesar de que estos episodios de inestabilidad generan incertidumbre y mucho ruido a corto plazo, creemos que los fundamentos del mercado permanecen sólidos, ofreciendo a los inversores una opción confiable para proteger y hacer crecer su capital a largo plazo.