Contáctenos: +34 922 098 062

Semana de Bancos Centrales y política monetaria

BORJA DE LA CRUZ, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
18/12/2022

En los dos últimos meses los mercados de renta variable y renta fija, de manera generalizada, han sido muy positivos, motivados -en gran parte- por los datos macroeconómicos que se publicaban – en especial, el dato del IPC de EE. UU., que mostró una caída mayor de lo esperada. Gracias a estos datos, el mercado interpretó una menor tasa terminal esperada de los tipos de interés, lo que empujó las valoraciones hacia arriba de los activos financieros tradicionales y una fuerte caída del dólar.

Como sabemos, el mercado es un mecanismo guiado por un consenso que asigna probabilidades a los diferentes escenarios que hay sobre la mesa. En este caso, se ha pecado de optimista, ya que en esta semana los tres grandes Bancos Centrales (FED, BOE y BCE), en la reunión de diciembre, han reiterado que su objetivo número uno es hacer que la inflación vuelva a su objetivo del 2%. Pese a que la subida de tipos de interés ha sido menor que en otras reuniones celebradas este año, 50 puntos básicos, es cierto que el discurso ha sido mucho más hawkish de lo esperado.

El presidente de la FED, Jerome Powell, ha comunicado que modificar el objetivo de inflación del 2% hacia un porcentaje mayor no es una opción. Además, ha hecho hincapié en que el mercado laboral está aún muy fuerte y desbalanceado, por lo tanto, la FED espera que la política monetaria empiece a hacer mella en el mercado laboral y que la tasa de paro empiece a subir. Sin embargo, pese a comunicar esto, ha reiterado que esto no provocará una recesión, lo que parece poco plausible.

El Banco de Inglaterra ha sido más pesimista. Ha subido los tipos 50 puntos básicos y esperan unos trimestres bastante malos en cuanto a las previsiones económicas del Reino Unido. Por otro lado, Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, se ha mostrado mucho más hawkish de lo normal. Ha reiterado que la subida de 50 puntos básicos no es un pivot (cambio de dirección) de la política monetaria y que debemos esperar más subidas del mismo importe, así como que mantendrán los tipos altos por más tiempo de lo que el mercado está poniendo precio.

Estas políticas monetarias restrictivas están arraigando el temor recesivo en los participantes del mercado. Históricamente, una de las características de las recesiones económicas severas es que han sido deflacionarias. Sin embargo, estas recesiones nunca son positivas para las empresas y los consumidores. Desde un punto de vista del accionista, que es lo que nos interesa, si nuestra compañía gana menos debido a que las condiciones macroeconómicas no acompañan y se reduce la demanda, obviamente los retornos en el capital que hemos invertido serán menores o incluso nulos durante el periodo de tiempo que dure esta recesión.

Es por ello, como hemos recogido en el artículo dominical anterior, que el segmento de renta fija con una calificación crediticia alta (Investment Grade) ha ganado mucho atractivo para las inversiones con un horizonte temporal de medio plazo. En vista de que la reducción de la demanda es bien recibida por la FED y el resto de los bancos centrales, y es necesaria para que estos logren su objetivo de aplacar la inflación, el binomio beneficio/riesgo de la renta variable no es tan atractivo en términos relativos con el de la renta fija con buena calidad crediticia.

Sin embargo, eso no quita que las recesiones son pasajeras por lo que, para aquellos inversores y gestores con un horizonte temporal de largo plazo, como lo somos en Cross Capital, se están formando oportunidades de inversión en renta variable, en compañías de calidad que tienen un buen equipo directivo y un modelo de negocio con ventajas competitivas que perdurarán en el tiempo, generando retornos sobre el capital invertido muy atractivos.