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Posible inversión masiva en Bitcoin

MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL DE CROSS CAPITAL
21/01/2024

En una era donde aproximadamente el 13% de los estadounidenses han invertido o utilizado Bitcoin alguna vez en su vida, según un estudio del Pew Research Center, y con una base de usuarios global que podría superar los 100 millones según datos de Crypto.com, el mundo financiero está presenciando un hito significativo: la introducción de los primeros Fondos Cotizados en Bolsa (ETFs) de Bitcoin “al contado” (spot) en los Estados Unidos, un movimiento trascendental que une las finanzas tradicionales con el emergente mundo de los activos digitales. Este desarrollo no es solo un salto adelante para Bitcoin, del que siempre hemos venido diciendo que había venido para quedarse, sino que simboliza la creciente aceptación y maduración de las criptomonedas dentro del amplio espectro de la inversión.

El camino hacia este momento crucial estuvo lleno de desafíos regulatorios y escepticismo. La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) expresó preocupaciones estrictas respecto a la resistencia del mercado al fraude y la manipulación. La aprobación siguió a una serie de negativas y confrontaciones legales, subrayando una postura regulatoria cautelosa hacia los activos digitales.

La distinción entre los ETFs de Bitcoin “al contado” y los ETFs de futuros de Bitcoin es fundamental para entender su impacto en el mundo de la inversión. Los ETFs de Bitcoin al contado, al invertir directamente en Bitcoin, proporcionan un reflejo tangible del precio actual del mercado de la criptomoneda. Este enfoque de inversión directa se alinea más estrechamente con las inversiones en activos tradicionales, ofreciendo una vía directa y transparente para que los inversores aprovechen la cotización de mercado de Bitcoin. En contraste, los ETFs de futuros de Bitcoin, que existen desde hace unos años, se basan en contratos que predicen el precio futuro de Bitcoin, introduciendo una capa de especulación y complejidad. Estos ETFs no poseen Bitcoin directamente; en cambio, invierten en contratos de futuros negociados en bolsas de materias primas. Esto crea una desconexión entre el ETF y el precio real de Bitcoin, a menudo llevando a un fenómeno conocido como ‘contango’, donde el precio de los futuros es más alto que el precio al contado. Esto puede resultar en que el ETF no refleje con precisión el rendimiento de mercado del Bitcoin. La introducción de los ETFs de Bitcoin “al contado” elimina estas complejidades, ofreciendo un producto de inversión más preciso y transparente. Esto es particularmente ventajoso para los inversores que buscan una correlación clara con el precio de mercado de Bitcoin, sin las intrincadas y potenciales discrepancias de precios inherentes a la negociación de futuros.

Los ETFs de Bitcoin “al contado” con toda probabilidad permitirá ampliar la base de inversores, haciendo que Bitcoin sea accesible para inversores institucionales y aquellos que prefieren vehículos de inversión tradicionales, dado que cabe recordar que los ETFs no son más que fondos de inversión que cotizan en bolsa y que generalmente replican la evolución de la cotización de un índice o activo subyacente. Esto marca un paso significativo hacia el reconocimiento y la aceptación regulatorios, ofreciendo una manera más segura y transparente de invertir en Bitcoin.

Por otra parte, estos ETFs ofrecen un elemento adicional de diversificación de cartera, un aspecto esencial en el volátil mundo de las criptomonedas. Además, la transparencia inherente de los ETFs, con la divulgación obligatoria de las posiciones en que están invertidos, es particularmente atractiva en el ámbito de las criptomonedas, a menudo caracterizado por su opacidad.

Se espera que la adopción de los ETFs de Bitcoin “al contado” en la industria de ETFs en EE. UU. vaya ganando tracción gradualmente. A medida que los activos digitales continúan ganando popularidad, el lanzamiento de estos ETFs podría integrar aún más las criptomonedas en las finanzas convencionales, sin dejar de ser lo que son: una clase de activo a la que resulta difícil asignarle un “valor intrínseco” (al no generar flujos económicos, ni rendimientos), por lo que invertir en las mismas no deja de ser una apuesta direccional, fruto de la oferta y la demanda por parte de inversores y especuladores.

El éxito de los ETFs de Bitcoin “al contado” podría llevar a impulsar otros ETFs basados en activos digitales, integrando aún más las criptomonedas en el mundo de la inversión. Este desarrollo no se trata solo de Bitcoin; señala un ecosistema financiero en evolución, donde los activos tradicionales y digitales se cruzan cada vez más.

Este lanzamiento refleja un mercado maduro, mayor claridad regulatoria y un reconocimiento creciente de los activos digitales como un componente apto a considerar en carteras de inversión diversificadas. Será interesante ver en los próximos años cómo estos desarrollos de la industria financiera dan forma al futuro de la inversión. En cualquier caso, como siempre, recomendamos no invertir en lo que no se entiende. Recuerden, asesórense bien.