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Financiación alternativa de promoción pública

Financiación alternativa pública País Vasco

JOHANNA PRIETO,  FINANZAS CORPORATIVAS

3/11/2019

La iniciativa llevada a cabo por el Gobierno Vasco para contribuir al crecimiento y consolidación de sus empresas industriales es un ejemplo perfecto del impulso de mecanismos de financiación alternativa por parte de las administraciones públicas.

A mediados del ejercicio, el Gobierno Vasco presentó el nuevo enfoque para la gestión de los instrumentos implementados, anunciando la creación de dos nuevos instrumentos. De manera adicional a las herramientas de apoyo tradicionales de préstamo y garantías, se definieron dos nuevas actuaciones de capital destinados al fortalecimiento y consolidación de la industria vasca. Con la creación del Fondo Finkatuz y de una nueva Entidad de Capital Riesgo público-privada se contempla así el apoyo a las empresas en todas sus fases.

De manera adicional a las actuaciones de financiación alternativa ya implementadas, que han conseguido, a través de Basque Fondo, Basque, Seed Gipuzkoa y Ezten, impulsar el desarrollo de casi medio centenar de empresas en su fase inicial, donde se han canalizado casi 10 millones de euros, así como de 6 empresas en fase de crecimiento por un importe cercano a los 28 millones de euros, el Gobierno Vasco ha dado un paso más allá. Se trata de un nuevo fondo de capital riesgo público-privado que servirá para apoyar a pymes en fase de crecimiento, y de un vehículo estrictamente público, Finkatuz, dotado inicialmente con 100 millones, y que iniciará su actividad mediado el año 2020.

Si bien la promoción del primero es pública, se trata de un fondo más privado que público, donde de los 100 millones de euros a levantar en una primera fase, tan sólo 12 millones serán aportados por el Gobierno Vasco, comprometiendo las 3 Diputaciones Forales un total de 3 millones de euros. Se dispone de la voluntad de participación por parte de entidades financieras, grupos empresariales, y Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV), sin descartar el potencial interés en el mismo por parte del ICO y el Fondo Europeo de Inversiones. No se persigue así por parte del Gobierno Vasco la creación de una fuente de financiación pública para empresas, ya que la gestión se realizará bajo los estándares europeos del capital privado y por un equipo profesional de acreditada y dilatada trayectoria en el sector del capital privado, sino incentivar la participación privada apalancando los fondos públicos. Por lo que se refiere a Finkatuz, a pesar de ser un vehículo 100% público, lo que se pretende es cubrir las ineficiencias propias del mercado que dificultan el arraigo de las empresas en la economía vasca, facilitando para ello la toma de participación a largo plazo que no realizaría un inversor con parámetros exclusivamente de rentabilidad y recuperación.

Como puede desprenderse, la idea no es conceder financiación a empresas en condiciones ventajosas respecto a los agentes privados o financiar proyectos con altas tasas de impago, el objetivo es, ampliar el abanico de instrumentos más allá de los tradicionales cubriendo los huecos o fallos de mercado actuales. Se aporta por tanto una buena solución a lo que se reclama por parte de las asociaciones empresariales para solucionar uno de los problemas más olvidados de esta crisis, el acceso a la financiación alternativa a las empresas. Conscientes de que se trata de un ejemplo replicable, su implantación en otras regiones no es fácil e inmediata ya que es el resultado de una amplia e histórica cultura empresarial por parte tanto de las instituciones, como del resto de agentes vascos. Sin embargo, debería ser el comienzo de un cambio de cultura por parte de las instituciones públicas en regiones como Canarias, donde los efectos de este tipo de instrumentos pueden ser exponenciales teniendo en cuenta nuestro Régimen Fiscal (dotaciones RIC por materializar, amplificación de las deducciones por inversión, beneficios de la participación directa e indirecta en empresas, etc.).