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España: a la cola de la recuperación

CRISTINA JEREZ,  MARKETING Y DESARROLLO DE NEGOCIO
Enero 2021

El colapso de un edificio en el corazón de Madrid, con trágicas consecuencias para varias personas, parece retumbar en toda España. La esperanza que marcaba hace unas semanas la entrada de 2021, se derrumba con el impacto de la tercera ola y los efectos de los excesos de Navidad. Si bien esta nueva ola de contagios está afectando a toda Europa, y gran parte del planeta, en España, su efecto en el plano económico parece tener unas connotaciones mucho más negativas..

En Canarias, el cierre de las puertas de varios hoteles, que en los últimos meses habían apostado por la reapertura gradual pese a la ardua situación, también resuena con fuerza. La virulencia de la tercera ola en las islas, junto con el cierre de fronteras de los principales emisores de turistas (Reino Unido, Alemania, …) han vuelto a complicar las cosas en nuestro archipiélago. A la economía de Canarias, como a la de nuestro país, le espera una costosa recuperación, más si cabe para el sector hostelero, al que le espera un difícil camino por delante..

La situación en nuestro país, además, es especialmente delicada a nivel económico. Ya en diciembre, aún con la esperanza en muchos de nosotros, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicaba su informe de Perspectivas Económicas, en la que advertía de la vulnerabilidad de empresas y países, especialmente en España, donde prevé una contracción del 11,6%. De hecho, nuestro país es el segundo peor parado de los miembros de la OCDE, solo por detrás de Argentina, donde la contracción será del 12,9%, según el organismo. A nivel europeo, sí que nos colocamos como el peor de todos en términos de efectos económicos de la crisis, tanto por las previsiones de la OCDE, como la de otros organismos, entre ellos, la Comisión Europea..

Las estimaciones de recuperación de la OCDE de diciembre arrojaban una recuperación desigual y gradual de la economía mundial que duraría un periodo de dos años. Para España, y sin tener en cuenta la inyección de liquidez de 27.000 millones de los fondos europeos, la recuperación se planteaba más lenta, con un crecimiento del 5% en 2021, y de un 4% en 2020. Las previsiones de diciembre se hicieron bajo dos premisas: Uno, el control de los nuevos rebrotes que, como estamos viendo en enero, están siendo especialmente virulentos, afectando con confinamientos parciales a múltiples regiones dentro y fuera de nuestro país. Y dos, cumplir el desafío de conseguir una amplia vacunación a finales de 2021. .

Por su parte, las estimaciones del Gobierno Español, planteaba una recuperación sorprendentemente optimista, de 9,8 puntos para 2021. Una cifra muy alejada del 5% de la OCDE o de otros organismos que sí han considerado los fondos europeos en sus previsiones, como la entidad privada BBVA Research, que planteaba un crecimiento de 6 puntos para 2021. En todo momento, hablamos de previsiones y análisis previos al impacto de la tercera ola de contagios por lo que, parece lógico pensar que la situación será menos halagüeña aún. De hecho, BBVA Research ya ha aplicado una corrección en enero a sus previsiones, y propone un crecimiento de 5,5 puntos en 2021. .

Cabe preguntarse, ¿por qué el efecto en la economía española y sus opciones de recuperación a medio plazo son tan negativos? Las políticas económicas activadas deberían poder acelerar dicha recuperación, apoyando a sectores relevantes para nuestra economía, como el turismo, gravemente afectados por las restricciones de movilidad. En España, como en el resto de los países europeos, se han activado políticas de carácter fiscal y laboral. Sin embargo, la contundencia y efectividad de estas medidas, nada han tenido que ver con la de algunos de nuestros colegas europeos, como Alemania. Por poner algunos ejemplos:.

  • Avales, impuestos y moratorias:

España sí ha activado políticas de avales a través de las líneas ICO, al igual que otros países europeos, pero también ha sido el único que ha subido impuesto durante la crisis; mientras, en Italia o Alemania los bajan y limitan. Otras medidas de carácter fiscal, como moratorias y aplazamientos, han tenido un plazo menor en nuestros países. De 6 meses para las cuotas de los autónomos; Alemania, por su parte, ha extendido el aplazamiento del pago de impuestos de los negocios (IVA, renta y sociedades) para cualquiera que no pueda hacerle frente.

  • Flexibilidad laboral y ERTE:

Pese a la importancia de los ERTE, su peso ha sido menor que otras potencias europeas. En mayo, con los ERTE ya a pleno rendimiento, era el país con menos trabajadores protegidos por esta medida. Su gestión, además, no ha estado exenta de polémica, con más de 800 mil personas con problemas en su cobro según los datos presentados por el consejo general de colegios de gestores administrativos el pasado mes de diciembre. En cuanto a la extensión de los ERTE, en Alemania se contemplan hasta diciembre de 2021 desde agosto, mientras que, en España, las prórrogas se han ido sobreviniendo ‘in extremis’..

No cabe duda de que la robustez de la economía alemana y su mercado laboral es bien distinta de la española. Sin embargo, la crisis de la Covid-19 pone a nuestro país ante un gran desafío: tratar de activar medidas suficientemente eficientes, como para no aumentar aún más la brecha entre nuestra economía y aquellas que más saneadas están en la UE.
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