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Desgranando los resultados trimestrales

JORGE BAUER, ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL

03/08/2025

Con el verano avanzando y los mercados entrando en su habitual compás de espera estacional, los resultados trimestrales de las compañías cotizadas han vuelto a situarse en el centro de atención en los mercados globales. Este segundo trimestre, al igual que el anterior, ha seguido estando condicionado por una narrativa macroeconómica cargada de incertidumbre, que ha oscilado desde el conflicto entre Israel e Irán, pasando por las decisiones de política monetaria de los bancos centrales, hasta las tensiones comerciales y acuerdos preliminares relacionados con la política arancelaria de Donald Trump.

De esta manera, y con la temporada de resultados ya bastante avanzada, llega el momento de hacer balance de lo que está siendo este periodo clave del año para evaluar la salud financiera de las empresas y, por extensión, de la solidez del mercado en su conjunto, así como de señales más concretas sobre la dirección futura de los beneficios empresariales. Porque es en tiempos de ruido e incertidumbre como los actuales, cuando más conviene centrarnos en lo esencial, mirar de cerca los números, escuchar con atención lo que dicen los equipos directivos y leer entre líneas. Porque es aquí, en los fundamentales, donde verdaderamente se define el valor de las compañías a largo plazo.

Así, y empezando con el sector tecnológico, las conocidas como “Magníficas 7”, han presentado en su mayoría resultados sólidos, con la excepción de Nvidia, cuyo informe se espera en las próximas semanas. En líneas generales, la inteligencia artificial, la computación en la nube y la inversión en infraestructura tecnológica, especialmente en centros de datos, continúan siendo los principales motores de crecimiento estructural.Microsoft y Alphabet mantienen su liderazgo en servicios cloud, mientras Meta continúa monetizando su ecosistema digital pese a un entorno publicitario más cauteloso. Por otro lado, otras compañías como PayPal y, en Europa, ASML, a pesar de haber superado muchas de sus métricas, han sido castigadas por el mercado.

Pasando al sector del lujo y el consumo discrecional, el panorama ha sido más desigual. Por un lado, dentro del sector del lujo, marcas como LVMH y Hermes, históricamente defensivas por su clientela fiel y altos márgenes, han continuado presentando resultados por debajo de lo previsto, presionadas por la ralentización de la demanda en Asia, especialmente China, y el ruido arancelario, sin embargo, estas semanas también hemos visto algún que otro rebote en acciones de empresas como Kering, quienes han subido debido a una mejoría en las expectativas futuras del negocio relacionadas, en este caso, con la estabilización de Gucci.  Por otro lado, en consumo, compañías como Nike, Diageo o Inditex registran una demanda más moderada tras el repunte post-Covid, además de haber realizado una gestión más eficiente de inventarios y mejorado su solidez financiera que les otorga una mayor capacidad de resistencia ante un escenario de crecimiento más lento.

 El sector financiero ha mostrado solidez, especialmente en EE. UU., donde bancos de inversión y gestoras de activos han superado expectativas gracias a la volatilidad del mercado y el repunte en operaciones corporativas. En Europa, el desempeño también ha sido bueno, con beneficios crecientes y mejoras en sus niveles de solvencia.

 Terminando con el sector energético, junto con algunas ramas del sector de la salud como las aseguradoras, éstos son los que se han visto más perjudicados durante el trimestre debido, en el primer caso, a caídas en el precio de las materias primas y el aumento de costes operativos y, en el segundo caso, a un aumento en los costes médicos, presión regulatoria y cambios en el comportamiento de sus asegurados, lo que ha comprimido en ambos casos sus márgenes.

 En definitiva, este trimestre vuelve a reforzar la importancia de mantener, como inversores y por tanto propietarios de los negocios, el foco en los fundamentales y la calidad de las compañías. La paciencia, la disciplina, el enfoque en los números y su evolución seguirán siendo clave para navegar el continuo aumento en la volatilidad y aprovechar las oportunidades que realmente aportan valor a largo plazo.