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Felices inversiones en 2022

MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL DE CROSS CAPITAL
02/01/2022

Qué duda cabe que este 2021 que finaliza, también ha sido un año un tanto convulso, aunque en un ambiente algo más optimista. En el plano económico a escala global, los protagonistas han sido: los bancos centrales, que ya retiran estímulos y anuncian subidas de tipos, la ansiada recuperación económica, los beneficios empresariales récord, la inflación con especial relevancia de los precios energéticos, la rotura de la cadena de suministro ante el shock de la demanda, las políticas fiscales y el endeudamiento de los países, el cambio climático y los desastres naturales, China por sus cambios regulatorios y la quiebra de la inmobiliaria Evergrande, la volatilidad y auge de las criptodivisas, y una vez más, la Covid-19 con su variante Delta y ahora Ómicron. Pero hay una tendencia o factor que lo envuelve todo y que marca nuestras vidas: la revolución tecnológica en la que estamos inmersos, que hace que el mundo esté evolucionado a una velocidad vertiginosa y que no podemos obviar.

En general, 2021 ha sido un buen año para las inversiones en los mercados financieros, especialmente para los activos con riesgo, como es la renta variable. Se podría afirmar que la pandemia ha alentado aún más las políticas monetarias, que junto con las políticas fiscales ultraexpansivas de los distintos gobiernos para mitigar los efectos de la crisis y la propia reapertura económica, han hecho que el consumo se haya disparado, teniendo su efecto sobre los resultados empresariales con su fiel reflejo en las bolsas, también explicado porque los tipos a largo han estado contenidos y de ahí que las valoraciones bursátiles se hayan podido sostener. Sin embargo, por otro lado, el exceso de liquidez inyectada en el sistema ha ayudado a que produzca una avalancha de inversión retail en criptodivisas y en bolsa, generando efectos como el de los “meme stocks” en EE.UU. e introduciendo una elevada volatilidad auspiciada en ocasiones por influencers, mayormente voces no acreditadas, que emiten recomendaciones en redes sociales comunitarias concretas, tales como Reddit. Otro efecto ha sido el de la fiebre de las SPACS (Special Purpose Acquisition Companies), compañías con un cheque en blanco para adquirir otras que quieren salir a bolsa por esta vía y que, en su mayoría, se han desinflado en términos de valoración.

Ahora, en plena campaña navideña, estamos de nuevo con la sombra del virus y sus efectos sobre la recuperación económica global con motivo del aumento de las restricciones a la movilidad y a la socialización. Está claro que los bancos centrales van a seguir muy interactivos con los mercados hasta que la economía real no alcance una velocidad de crucero (crecimiento y nivel de empleo fundamentalmente), dado que quieren evitar a toda costa otra recesión económica como la Gran Crisis Financiera desatada 2008. En este sentido, se hace difícil pensar que los mercados descarrilen. Entre los elementos que consideramos sí nos deben preocupar, se encuentran: la deuda de los países respecto a su PIB en un contexto de subidas de tipos, la persistencia en el tiempo de una elevada inflación y la sobrevaloración en algunos segmentos de activos financieros e incluso reales. Todo ello generará sin duda volatilidad en 2022.

Bajo una óptica inversora, debemos poner el foco en la tecnología blockchain y sus diversas aplicaciones, siendo su máximo exponente las criptodivisas y los NFTs (Non-Fungible-Tokens), en el metaverso (que en griego significa “universo del más allá”), en la transición energética hacia un mundo más sostenible, en los efectos de los nuevos modelos de trabajo facilitados por la digitalización (híbrido, en remoto, etc.) y en el ritmo y magnitud de las subidas de tipos previstas. Obviamente, no podemos dejar de lado tampoco a la Covid-19.

Teniendo en consideración el contexto descrito, el telón de fondo sigue siendo benévolo para la inversión, si bien no para cualquier clase de activos. La renta variable, de forma selectiva, sigue siendo nuestra favorita (compañías de calidad, de corte value y bien gestionadas) y siempre con vocación de largo plazo. Infra-ponderamos la renta fija de forma contundente, somos neutrales en inmobiliario y abogamos por ganar exposición a materias primas y a inversiones alternativas, tales como el capital riesgo, hedge funds con estrategias concretas (renta variable long/short, pero también, situaciones especiales, como las fusiones y adquisiciones, restructuraciones de deuda, etc.), el arte o el vino. Por último, desearles unas FELICES FIESTAS y unas FELICES INVERSIONES para 2022. Recuerden, asesórense bien.