Contáctenos: +34 922 098 062

¿Dónde estamos en el plano económico-financiero?

BORJA DE LA CRUZ,  ASESORAMIENTO Y GESTIÓN PATRIMONIAL
01/05/2022

Todos los días, a través de los medios informativos, se nos bombardea con titulares sobre diversos temas que afectan a las economías de los países más importantes del mundo, por lo que, actualmente, si pudiéramos definir la situación económica con una sola palabra, sería: incertidumbre.

Existen varios factores que están contribuyendo a que esa incertidumbre se mantenga en el corto/medio plazo: el conflicto bélico en Ucrania y el panorama geopolítico derivado de este; los datos inflacionistas y macroeconómicos; los confinamientos y políticas restrictivas relativas al Covid-19 en China y, en cuestión empresarial, la temporada de resultados corporativos de las compañías cotizadas.

En primer lugar, es obvio que la guerra ha generado una situación que no estaba prevista. De hecho, se podría decir que hay dos factores clave que han afectado al crecimiento de las economías:  

  1. La condición de “exportadores globales” de Rusia y Ucrania, ha hecho que la subida del precio de las materias primas avance drásticamente, alimentando la inflación y detrayendo por tanto recursos imprevistos de las economías importadoras de productos energéticos y alimenticios.
  2. Las sanciones por parte de EE. UU. y la UE hacia Rusia han hecho que el PIB del país ruso se desplome considerablemente.

En segundo lugar, los datos macroeconómicos generan dudas sobre el crecimiento. El jueves el PIB trimestral de EE. UU. se contrajo un 1,4% contra todo pronóstico, mientras que el PIB trimestral de la zona euro avanzó un 0,2%, por debajo de lo esperado. Además, la inflación sigue en niveles máximos de los últimos 30-40 años, con lo que eso conlleva en materia de política monetaria: los Bancos Centrales se muestran más restrictivos y se descuentan mayores subidas de tipos, lo cual desaceleraría el consumo y, por consiguiente, los resultados empresariales, enfriando el crecimiento económico.

En tercer lugar, tenemos a China que sigue con su política ultra restrictiva “Covid cero”. El aumento de casos dentro del gigante asiático ha llevado al gobierno a confinar ciudades como Shenzhen y Shanghái, siendo esta última, una ciudad importantísima dentro del comercio internacional, dado que posee el mayor puerto carguero del mundo y el estricto confinamiento ha conseguido que, nuevamente, se dejen entrever las deficiencias de las cadenas de suministros globales. Un alargamiento temporal de este confinamiento seguirá provocando disrupciones graves, retrasando las entregas de los bienes de consumo a nivel global.

Y, por último, pasando al ámbito empresarial, actualmente estamos inmersos en plena temporada de resultados corporativos. Lejos de disipar la incertidumbre, los comentarios de los CEOs y CFOs con sus estimaciones para los siguientes trimestres han sido cautelosas, y con una connotación preocupante sobre los problemas en las cadenas de suministros. Las compañías están publicando ya los resultados trimestrales y en ellos se puede observar claramente el impacto generado sobre las cuentas financieras de los factores comentados anteriormente. Por el momento, el 79% de las compañías del S&P500 y el 69% de las compañías del EuroStoxx600 han batido las estimaciones del BPA, según JP Morgan. Sin embargo, centrándonos en las compañías de más alta capitalización, las FAANG, se han observado resultados decepcionantes en Netflix, Google y Amazon.

En relación con los mercados financieros, esta incertidumbre generada por los factores comentados se ha traducido en volatilidad. Los mercados financieros han cerrado un primer trimestre negativo y el panorama en el corto plazo no deja entrever detonantes que induzcan al optimismo. Los índices más damnificados han sido el CSI300 chino y el NASDAQ americano, sin obviar que los demás índices importantes (Eurostoxx50, S&P500, DowJones30 y Nikkei225) también lo han hecho mal. Una finalización del conflicto bélico, un comportamiento pro-inversor del gobierno chino o una mejora de los datos inflacionarios, serían bien recibidos por la comunidad inversora global.