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Qué les pasa a las bolsas asiáticas

DAVID MARTÍN, ANALISTA Y ASESOR FINANCIERO

08/08/2021

A lo largo de los últimos meses, los mercados de renta variable han conseguido mejorar y avanzar posiciones respecto a los niveles en los que se encontraban al comenzar el año. Sin lugar a duda, esta mejora en el rendimiento de la renta variable ha sido posible gracias al aumento en el ritmo de vacunación en la mayoría de las economías desarrolladas, especialmente en Europa, que ha conseguido acercarse a los niveles de población inmunizada de EE. UU. y Reino Unido. De manera generalizada, el impulso en las acciones ha permitido a muchos índices alcanzar máximos históricos, pese al progreso de la variante delta del Covid-19 y las presiones inflacionarias, ya tratadas en otros artículos.

Mientras los mercados de renta variable de occidente se han revalorizado, la renta variable asiática se encuentra en el caso opuesto. Si bien la misma comenzó 2021 con muy buen rendimiento, desde mediados de febrero la tendencia cambió. El MSCI Asia ex Japan, ha perdido casi un 13% de su valor desde su máximo. Las tendencias a largo plazo sobre la demografía y tecnología asiática, junto con una mayor contención de la pandemia, favorecieron el impuso de las acciones a principios de año. Dadas las altas perspectivas económicas que se tenían para la región, este cambio de tendencia ha sorprendido a muchos, algo que se explica en el corto plazo por ciertas diferencias con los países desarrollados.

Por un lado, el enorme estímulo fiscal en EE. UU. mejoró las perspectivas de la renta variable de los países desarrollados en comparación con los países emergentes. A su vez, el ritmo de vacunación en Asia está siendo más lento que en muchas de las económicas desarrolladas. Por otro lado, y con un carácter más técnico, nos encontramos con la rotación hacia los valores de estilo value. Está rotación se empezó a dar a mediados del año pasado y ha afectado negativamente a los mercados emergentes, donde los valores tienen un sesgo growth debido al alto potencial de crecimiento que presentan las compañías y el mercado de la región.

Pero además de estos motivos, se les unen ciertos factores adversos que afectan principalmente a China. El gigante asiático, que a cierre de julio representa casi un 40% total del índice MSCI Asia ex Japan, ha sufrido junto con Hong Kong las principales correcciones en bolsa en lo que va de año. Las intervenciones de los reguladores en China han adoptado un enfoque más estricto, principalmente con las empresas tecnológicas y financieras. Esto ha derivado en un aumento de la volatilidad en el mercado asiático. Y han tenido lugar sanciones a prácticas que infligen leyes de la competencia, sacudiendo la cotización de nombres tan sonados como Alibaba Group y la frustrada OPV de su filial Fintech, Ant Financial.

Además, el último desplome en el mercado bursátil chino viene dado por unas medidas regulatorias que afectan al sector de la educación online del país. Estás medidas obligan a las compañías del sector a convertirse en instituciones sin ánimo de lucro, además de prohibir la entrada de capital extranjero, así como las salidas a bolsa de compañías dedicadas a la enseñanza online. Esto tuvo un impacto negativo y significativo en la cotización de las compañías de educación chinas que perdieron prácticamente un 70% de su valor en unos pocos días. Con estas medidas regulatorias, el gobierno chino pretende suavizar la carga lectiva, financiera y presión de los estudiantes y familias chinas. Esta sacudida en el mercado, además, afectó a la cotización de los principales valores de la renta variable china, pero en menor medida.

A corto plazo, las presiones normativas del gobierno chino, causantes del aumento de la volatilidad, pueden generar incertidumbre y preocupación a los inversores, pero en el largo plazo, las perspectivas económicas siguen siendo positivas. El incremento de las rentas derivado de un gran crecimiento económico previsto para esta década provocará un aumento de la clase media asiática. Esto permitirá potenciar el consumo de la región, donde no olvidemos, se encuentra el 60 % de la población mundial.