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La necesidad de un Family Office

MUNESH MELWANI, SOCIO-DIRECTOR GENERAL DE CROSS CAPITAL
04/06/2023

Un inmenso número de empresas en España tiene origen familiar. Algunas familias empresarias al alcanzar un determinado patrimonio empresarial o al vender su empresa a un tercero, deciden gestionar de forma eficiente su patrimonio financiero y/o inmobiliario con la misión de preservarlo en el tiempo e incluso hacerlo crecer.

Normalmente, la situación viene acompañada por una transición generacional, esto es, la familia evoluciona de los fundadores a una segunda generación y a una tercera, involucrando hermanos, primos, etc. que puede suponer la no coincidencia de diferentes objetivos personales, lo que introduce sin duda una mayor complejidad para la toma de decisiones. Por ello, para optimizar la organización y profesionalización de las decisiones familiares, también se hace necesario proceder a la separación entre la gestión empresarial y la del patrimonio, de forma que las personas involucradas no necesariamente deben de ser las mismas, evitando así posibles conflictos de interés.

El Family Office (FO) se erige como la figura que ofrece una solución a la necesidad descrita. Se trata de un espacio físico, oficina, una entidad donde localizar todos los intereses económicos, empresariales y patrimoniales de la familia empresaria o personas de elevados patrimonios. En España, también suele equipararse a la sociedad patrimonial o sociedad holding. El FO se configurará atendiendo a las diferentes circunstancias de la familia y a las necesidades de las personas que la integran, pudiendo ir más allá de la optimización de los recursos financieros, dado que en ocasiones se orienta incluso a la mejora de la calidad de vida de la familia, o a crear impacto en la sociedad a través de la filantropía.

Lo importante es configurar un equipo de personas en las que depositar la confianza y organizarlas entorno a una estructura de gestión que permita a la familia propietaria alcanzar los objetivos trazados. En muchos casos, los objetivos o la misión alcanzan tal protagonismo que el nombre de la sociedad constituida tiene alguna connotación familiar o resulta de laguna manera emotiva. Por otra parte, hay de dos tipos: los Single Family Office (SFO) que se corresponde con una sola familia o los Multi Family Office (MFO), que atienden a varias familias entorno a una gestión unificada de servicios.

No todas familias empresarias necesitan un FO. La pregunta que deben hacerse es si tienen herederos o sucesores, esto es, la generación que sigue quiere disfrutar y gastar, o de otra forma, tienen un propósito de preservar y hacer crecer el legado que reciben. En el segundo caso, una de las medidas que permiten instrumentar este propósito es la profesionalización del a gestión del patrimonio y de la empresa, por lo que el FO supone una buena herramienta para ello. Hay factores como el nivel de profesionalización en la familia, el volumen patrimonial, el número de miembros y su nivel de cohesión, que justifican la creación o no de un FO. Para ello, se debe definir un Plan Estratégico Familiar, un Protocolo y una Estructura de gobierno y gestión, de forma que se permita compartir una visión y misión común de la familia, así como definir los roles de los miembros y la forma en que se adoptan las decisiones conjuntas.

Una vez definido lo anterior, cuando se determinan los ámbitos de inversión en los que se quiere tener actividad (activos financieros, inmobiliario, mercados privados, etc.) es cuando se deberá tener en consideración la capacitación técnica del equipo humano que integra el FO. En este estadio, es cuando conviene decidir si “fichar” personal técnico externo cualificado para el FO u optar por externalizar el asesoramiento. Precisamente, es este segundo escenario, donde entran en juego empresas como Cross Capital, donde atendemos no solo en el diseño y configuración del FO, sino que además asesoramos en materia de inversión a diversos SFO.

En Canarias y en el resto de España, existe un gran arraigo de la empresa familiar y se está produciendo un relevo intergeneracional. Es el momento de realizar esta reflexión interna en el seno de estas familias, dando entrada en su caso, a la figura del Family Office, que tan consolidada está en el mundo anglosajón y asiático. De hecho, según una estimación del IMD (Institute for Management Development) relativa al cierre de 2022, hay entre 6.500 y 10.000 FO en el mundo, por lo que se consolidan como un inversor institucional que cada vez tiene mayor protagonismo.